La tecnología con sus constantes avances, representa el enfoque actual de la sociedad, debido a sus grandes ventajas, principalmente en la comunicación, información y entretenimiento. Entre los equipos que hacen posible ejecutar estas herramientas se ubica en primer lugar el teléfono móvil, debido a su práctico tamaño de bolsillo y largo alcance; en tal sentido, es necesario contar con expertos en reparación móviles en todo momento.
El origen del teléfono se sitúa en los años 1854 por Antonio Meucci, el cual servía para comunicar distancias cortas y específicas; además, era un artefacto fijo. Con el paso del tiempo los científicos fueron mejorando los diseños y sus características hasta conseguir la telefonía móvil, que a pesar de ser un buen desarrollo aun tenía debilidades: gran peso y tamaño, batería con poca durabilidad y deficiente cobertura.
Por las razones antes mencionadas se continuó el estudio de los móviles hasta llegar a los teléfonos inteligentes que están en el mercado. Estos han impactado positivamente en los usuarios, por permitirles comunicarse sin fronteras (entre localidades, ciudades, países y continentes), estar informados de todo lo que ocurre en el mundo y tener juegos o aplicaciones de interés, en intervalos de segundos.
Cabe destacar, que a pesar de estas ventajas, todavía siguen las mejoras con la finalidad de superar las expectativas de los clientes tanto en software (velocidad de navegación y memoria) como estéticamente (apariencia).
No obstante, dichos móviles son sumamente delicados, susceptibles a golpes y al agua primordialmente, lo que le origina ruptura de pantalla, daño a la batería, tapa rota, cámara con fallas y otros casos. De allí, que se hace totalmente necesario recurrir a técnicos especializados que puedan reparar el equipo, sin tener que invertir mucho dinero en comparación a la suma requerida para adquirir uno nuevo.
Por otro lado, es importante añadir que los Smartphone son utilizados por gran parte de la sociedad, desde los más jóvenes hasta personas mayores. Normalmente, los más pequeños no tienen el cuidado necesario, ya que no conocen el valor económico de estos dispositivos y lo ven como un juguete más, por lo que tienden a dañarlos con mayor facilidad.